MORAOS Y VERDES.

 

Han pasado más de quinientos años y cada día de Jesús, la estampa del Nazareno se sigue paseando por las calles de Alhaurin el Grande.

 

Es una estampa dieciochesca, alumbrada por candelabros de guardabrisa, una estampa rematada en terciopelo morado con ricos bordados y en definitiva; esa estampa capaz de empañar los ojos de los alhaurinenses generación tras generación.

 

Y es que en Alhaurin el Grande, la pasión de Cristo se tiñe en dos colores: De morado con Nuestro Padre Jesús Nazareno y de verde con el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz (El Señor del convento). Generándose entre ambas cofradías una sana rivalidad por defender los colores de cada hermandad, lo cual hace que cada año, las cofradías intenten superarse a sí mismas por enaltecer la grandeza de sus colores.

 

Tengan por seguro, que la sangre de sus cofrades no es roja, es morada o verde según la hermandad a la que pertenezcan y es que Nuestro Padre Jesús nazareno y el Señor del convento, son algo más que una simple devoción. Son un estilo de vida. Que en algunos casos lleva a sus cofrades a vestir uno u otro color, excluyendo al otro…

 

Pero a fin de cuentas… ¿Verdes o morados? ¿Morados o verdes?...Da igual, pues al fin y al cabo todos son hermanos e hijos del mismo Padre. Un Padre que el día de los Verdes es el Santo Cristo y que el día de Jesús es el Nazareno, un día que como alguien que aunque no quiso dejar constancia de su nombre pero si de su corazón morado describió en el siglo XIV y decía así:

 

A Jesús Nazareno.

 

Nazareno bajo la Cruz ,

 

Señor del Gran Alhaurín,

 

por quien perfuma el jazmín

 

y las estrellas dan luz.

 

¡Mira a tu pueblo postrado

 

con embeleso en Ti fijo,

 

con fervor, con regocijo!

 

¡Mírale Jesús amado!

 

Porque su fe y sus amores

 

te ofrece con dulce anhelo,

 

¡prométele Tú en el Cielo

 

ventura y dichas mayores!.

 

 

IGNACIO RANGEL ARIAS.